Encontrar tu lugar en el mundo, ese donde te encuentras a gusto, donde todo parece encajar, no es cosa fácil.
Y en esa búsqueda me hallo últimamente, no para mi, sino para las fotografías que formaron parte de mi exposición “Érase una vez un libro“.
Desde hace tiempo las tengo amontonadas y van pasando de un rincón a otro, según van molestando y creando problemas de espacio. Estoy segura de que podría volverlas a exponer, pero por alguna razón he perdido la conexión con ellas, quizás ha pasado demasiado tiempo o quizás ahora veo la fotografía de otra manera, no lo sé.
Así que al final me he decidido a desmontarlas y tratar de repartirlas por ahí, algunas tenían ya dueño y han encontrado su sitio, pero con otras lo estoy teniendo más complicado.
Una de ellas, concretamente esta que veis arriba, que daba nombre a la exposición y resume el espíritu de la misma; llevaba ya un tiempo diciéndome (no sé si es normal que las fotografía hablen, pero esta lo hacía) que se quería ir a Villanúa… Sigue leyendo