Previamente a cocinar el chocolate, es muy conveniente haber dado un largo y relajante paseo por la montaña, o lo más parecido que podamos encontrar.
Esta receta sale mucho mejor si se cocina por la tarde, cuando a la vuelta de esta larga caminata, una tormenta nos deja totalmente empapados y volvemos a casa corriendo bajo la lluvia.
Se necesita una fuerte tormenta con granizo. Si no encuentras ninguna en tu despensa, sirve también una gran nevada con copos de nieve muy espesos.
Antes de cocinar el chocolate, quítate toda la ropa mojada y sécate el pelo. Mientras le das vueltas, échale una pizca del olor a tierra mojada que impregna el ambiente.
Avisa a gritos a toda tu gente de que el chocolate está listo, y, mientras los esperas, asómate a la ventana a disfrutar de la tormenta. Eso sí, asegúrate de dejar la cazuela debajo de la chimenea para que le caigan encima unas cuantas bolas de granizo.
Es un efecto decorativo que se recuerda toda la vida.
31/08/2011 en 20:35
¿me puedo autoinvitar?. Me quedo con todo: con el chocolate, con el paseo, con la tormenta y sobre todo con el olor a tierra mojada. Besos.
01/09/2011 en 17:05
Querida Belén, no necesitas invitación, estás en tu casa. 🙂
Aprovecho para comentaros que Belén acaba de estrenar blog, en el que nos muestra sus fotografías, si tenéis un ratico para verlo sólo tenéis que pulsar sobre su nombre, tiene unas fotos estupendas.
Besos.
31/08/2011 en 21:55
Todo un planazo. Yo perdono el chocolate por una tarde de tormenta en el campo.
01/09/2011 en 17:07
No te preocupes por el chocolate… no faltaran voluntarios para aprovecharlo.
Gracias por tu visita. 🙂
02/09/2011 en 00:23
El chocolate es maravilloso…pero caliente , y mezclado con un poco de fruta es impactante.
31/08/2011 en 22:09
Magnifica la combinación que hacéis las dos mezclando el relato y la fotografía
01/09/2011 en 17:08
¡Cuánto fotógrafo suelto!!! ¡Qué peligro!!! ¡Y todos con blog, no dejéis de visitarlos!!!
Gracias majo. 🙂
31/08/2011 en 22:53
No me gustan las tormentas, prefiero mar a montaña, el granizo daña el campo y los sementeros, pero……el aroma de chocolate, su sabor, su dulzura, esas fotos y la imaginación…….hacen que todo sea perfecto.
Un beso grande, grande
01/09/2011 en 17:11
Hola guapa,
Yo prefiero el monte, el granizo tampoco me gusta, pero el chocolate…. 🙂
Besos.
01/09/2011 en 08:21
Buena forma de unir imágenes diferentes. Me gusta tu blog Ana. A ver si no decae 🙂
01/09/2011 en 17:16
Hola Javi,
¡Otro fotógrafo!!! ¿Qué pasa hoy? 😉
Bienvenido por este lugar, me alegra que te guste nuestro blog. Yo espero que no decaiga por lo menos que dure… 100 años o más… 😉 Tendremos días mejores y otros peores, pero con esta gente tan estupenda que nos visita es un placer.
Un beso.
01/09/2011 en 13:06
Precioso!!!.Un gran abrazo.
01/09/2011 en 17:17
Gracias Bea. Un beso 🙂
01/09/2011 en 18:58
Me encanta la forma en la que escribes….por un momento me siento libre de mis miedos y ansiedades!!!!
Gracias.
01/09/2011 en 19:36
Qué entrada más fresquita!! mmmm…y sobre todo me encanta en ese momento ese chocolate «al granizo».
Besos mil!!
01/09/2011 en 22:21
¡Dios mío, qué montón de fotógrafos!
A mi las tormentas en la montaña me parecen grandiosas. Me olvido hasta del peligro que suponen, me quedo como hipnotizada. Respecto al granizo, es un fenómeno atmosférico que me parece mágico. Es cierto, como nos apunta Mª josé que hace daño en los campos, pero a mi me hace pensar en la fuerza de la naturaleza y en lo poco que somos ante ella.
Esta «receta» surgió en el mes de junio en el que celebrábamos las bodas de oro de mis padres. Quise recoger distintos momentos de nuestra vida y con esta, del «chocolate al granizo» recordar, concretamente, una tarde en la que después de volver empapados de un paseo en el que nos pilló una tormenta tremenda (En Aranda de Moncayo cuando llueve, el agua desciende por sus calles como un río) mi madre se puso a preparar un chocolate caliente. Apagamos el fuego y las dos nos pusimos a mirar la tormenta desde la ventana mientras venían los demás. Cuando nos dimos cuenta, la cazuela con el chocolate se había llenado de bolas de granizo que habían caído por la chimenea.
No se si alguien más de mi familia recuerda esto, pero yo, cada vez que estoy preparando algo en esa cocina y veo el agujero de la chimenea, recuerdo aquella maravillosa tarde; los olores, el cansancio mezclado con las risas provocadas por la carrera para llegar a casa; la sensación de calidez al ponerte ropa seca y a mis padres, jóvenes y alegres, disfrutando de nuestra compañía.
02/09/2011 en 11:49
Montaña, tormenta, infancia, chocolate, unos ingredientes maravillosos para un preciso relato.
Magnifica como siempre.
Besicos.
02/09/2011 en 17:39
Gracias, Blanca. Un gran abrazo.
03/09/2011 en 15:59
Bueno, bueno…¡qué apetitosa receta! Me apetece mucho, ¿puedo asistir? Como estoy pasando unos días en Jaca, quizá mañana salga a la montaña, aunque con este tiempo no creo que caiga una nevada. Da igual, el chocolate sentará muy bien. Besos!
10/09/2011 en 17:24
Pues nevada no sé, pero granizada todavía podría caer alguna, así que no te descuides.
Un beso.
05/09/2011 en 13:03
Anabel: sigo con gran agrado y asombro el lenguaje de tus fotografías. Yo soy persona que vivo por y para el monte, con alguna que otra grata coincidencia. Siempre pensé que mis mejores fotografías no necesitan otra lente que la de mi corazón, momento y espacio. En esa gelatina quedan y no me siento incapaz de describirlas y por supuesto compartirlas, fundamentalmente porque con mis limitaciones fotográficas me parecería sacrílego intentar plasmar lo irrepetible del momento máxime cuando serían fotogramas interactivos con tantos aditamentos que nunca estaría contesto con su resultado. Pues bien, son mis limitaciones, las tengo asumidas pero reconozco que existis seres que teneis capacidad de transmitir sensaciones por mediación de unos limitados fotogramas, sois capaces de llenarlos de vida y lo más importante transmitir… y eso es muy chuli, gracias!
10/09/2011 en 17:23
Hola Ferrán,
Tu técnica fotográfica es perfecta, la mejor. No hace mucho tras un incidente que tuve con mi equipo fotográfico, me dí cuenta de que parecía no disfrutar de las cosas si no las podía retratar, así que me propuse dejar de mirar tanto a través de los objetivos de mi cámara y utilizar más mis lentes y grabar esos instantes directamente en mi corazón, así que tu lo haces estupendamente. Eso, por supuesto, sin dejar de sacar mi cámara de vez en cuando, para así compartir con todos vosotros esos momentos.
Por cierto, ya sé que os volvemos locos con los nombres… Ana, Anabel… y solo falta que te encuentres con mi hermano y que me llame Viquy, en fin… Ana o Viquy (depende) soy yo la de las fotos, Anabel es la que escribe esas cosas tan bonitas, sus recetas, sus relatos… De todas formas, llámanos como quieras, mientras sigas entrando a dejarnos tus comentarios, son un privilegio tus visitas. 🙂
Un beso.
08/09/2011 en 13:12
Estupenda receta que pienso seguir al pie de la letra.
La fotos, como siempre, muy buenas.
Besicos!
10/09/2011 en 17:23
Gracias guapetona. Besos.